Presentación

El entorno familiar y social de los discapacitados arroja unas cifras estadísticas escalofriantes en las Comarcas de la Jacetania y Alto Gállego, pero su disgregación territorial y el aislamiento institucional al que se ve relegado este colectivo, las maquilla con gran destreza,  si bien y, a pesar de todo allí siguen estando.

Cuando unos padres se enfrentan por primera vez ante el reto de sacar adelante a un hijo con una discapacidad, no es poca la incertidumbre que les embarga, la falta de información y la nula formación en esta materia, hace que la soledad les acompañe en el largo deambular por las decenas de Departamentos administrativos, sanitarios, institucionales, escolares,  …  Son momentos difíciles, no exentos de dudas y de ganas en muchas ocasiones de arrojar la toalla, pero el cariño a estas personas tan volubles, tan frágiles nos dan una energía especial y esto es lo que diariamente al levantarnos nos ayuda a sobreponernos a nosotros mismos.

La palabra «Discapacidad» en pleno siglo XXI sigue siendo interpretada por muchos como: «marginalidad«, «compasión«, y algo etéreo, ..  en todo caso «ajeno«, que puntualmente puede llegar a conmovernos. Pero nadie hemos elegido el pertenecer a este gremio social, no olvidemos que cualquiera de nosotros, en cualquier momento puede darse de alta involuntaria en este epígrafe. Nadie goza de la patente que le exima padecer una limitación o quizás experimentarlo en algún familiar próximo.

No sería justo negar que en los últimos años se ha realizado un esfuerzo considerable en materia de Discapacidad, todos hemos podido comprobar como  han proliferado las obras en las aceras de nuestras ciudades, cambiado sustancialmente su fisonomía,  se han realizado «rebajes» hasta en dónde no era necesario, aunque estos en muchas ocasiones ni coincidan con los propios pasos de cebra, ni se adapten a las necesidades de los que utilizan vehículos especiales o adaptados.

La Ley de Dependencia -puesta hoy en tela de juicio-, supuso también un paso adelante en la constatación de esta realidad social, no obstante, como consecuencia de esta crisis económica que venimos padeciendo, su eliminación será el primer peaje a cobrar. Como siempre los más débiles son los primeros en pagar este tipo de tributo.

Dejando al lado esto, resta «todo» por hacer, pues nada se ha adelantado en materia de recursos para los deficientes visuales y acústicos, el siempre aparcado modelo de eliminación «obligatoria» de barreras arquitectónicas, (siendo, en demasiadas ocasiones, la propia Administración la pionera en su manifiesto incumplimiento) v.gr.:

  • La total ausencia de espacios de ocio y entretenimiento para los discapacitados psíquicos,
  • la adecuación del mobiliario público y urbano,
  • la adaptación de las dependencias oficiales y el acceso a nuestro rico patrimonio cultural,
  • la imperiosa necesidad de sensibilizar a la población desde su más temprana edad,

… y un largo etcétera que requerirí todo este espacio virtual para enumerar la interminable relación de todas las carencias pendientes de realizar.

Al cotidiano sufrimiento por superar el día a día y vivir con dignidad el presente que nos toca en suerte, – en muchas ocasiones salpicado por las constantes visitas a médicos, especialistas y hospitales -, tenemos que añadir la separación condicionada de nuestros hijos, al tener que desplazarlos a Centros alejados del familiar durante todo el día, toda la semana y en muchas ocasiones los meses. No es justo que el dolor se tenga que ver incrementado por este añadido hándicap.

Por ello nuestra reivindicación no debería ser ajena a nadie, es misión de toda la comunidad el despertar la conciencia pública sobre la realidad social y familiar de los Discapacitados, de su entorno más próximo y de las consecuencias que la falta de compromisos tiene sobre ello.

La propuesta que hoy aquí queremos trasladar, es la de conformar un colectivo de ámbito territorial, que abarque las Comarcas de Jacetania y Alto Gállego, para unir nuestras fuerzas y exigir el cumplimiento de las normas establecidas en materia de Discapacidad.

Unirnos para conseguir Centros especializados en nuestra zona, para defender los derechos y mejorar la calidad de vida de todos los afectados por alguna discapacidad y de sus familias, orientada siempre por los principios de integración social y de normalización, para sensibilizar a la sociedad sobre las características de las distintas discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, prestando servicios de orientación y ayuda tendentes a la prevención de aquellas discapacidades que así lo permitan.

Promoviendo así mismo, la acciones necesarias para que el compromiso de la Administración y de las distintas Instituciones sea efectivo.

En definitiva, unirnos para generar un espacio en donde los familiares y discapacitados puedan sentirse escuchados expresando sus dudas, sus inquietudes, su experiencia, …  tanto en temas legales como psicológicos.

Nuestra petición hoy es la de aglutinar fuerzas, para que los retos que hemos acometido cada uno de nosotros de forma individual, se conviertan en un bastión inexpugnable que condicione a la Administración a seguir invirtiendo en el desarrollo de las políticas de integración a los Discapacitados, y que todos (bajo el paraguas de esta Asociación) nos constituyamos en el clamor de una sola voz.